Científicos contradicen a la OMS con pruebas «abrumadoras» de la transmisión aérea del coronavirus
En una carta publicada en «Science» expertos han alertado de que el virus permanece flotando en el aire. Esta misma tarde, los CDCs de EE.UU. han coincidido en este sentido y han cambiado sus recomendaciones.
Un grupo de científicos ha publicado una carta en la revista « Science» en la que afirman que hay «evidencias abrumadoras de que la inhalación del virus SARS-CoV-2 es la ruta de transmisión principal de la COVID-19», es decir, de que el virus se transmite por vía aérea.
Los autores, encabezados por Kimberly Prather, de la Universidad de California en San Diego, han defendido que «la atención debe dirigirse a proteger frente a la transmisión aérea» y las recomendaciones sanitarias han de ser modificadas.
«Aparte de los mandatos que existen sobre el uso de mascarilla, distancia social, e higiene» —que han de mantenerse— urgimos a las autoridades públicas a añadir recomendaciones claras sobre la importancia de llevar las actividades a la calle, mejorar la calidad del aire en espacios interiores a través de la ventilación y la filtración, y de mejorar la protección de trabajadores de alto riesgo».
Por último, los autores de la carta han subrayado la «necesidad urgente de armonizar las discusiones en torno a los modos de transmisión del virus, desde diversas disciplinas, para asegurarnos de conseguir las estrategias de control más efectivas y conseguir una guía clara y coherente para el público».
Al mismo tiempo, los Centros de Control y Enfermedades (CDCs) de Estados Unidos han actualizado este lunes por la noche sus recomendaciones. Han reconocido que el virus puede transmitirse a veces por vía aérea y que «permanece en el aire durante minutos u horas», por lo que la enfermedad se puede contraer en «espacios cerrados y con ventilación inadecuada».
Contra la versión de la OMS y del Gobierno
Tanto la carta como las recomendaciones de los CDCs contradicen la versión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que afirma que el virus se transmite «fundamentalmente a través de gotículas de saliva o de descargas (...) de tos y estornudos».
También contradicen al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien comentó el pasado jueves que «no hay evidencia científica sólida» de que el coronavirus se transmite en espacios cerrados, más allá de los entornos donde se realizan procedimientos médicos con aerosoles.
«No hay evidencias sólidas de que haya habido transmisión probada por aerosoles en medios sociales normales, si bien hay grupos que están proponiéndolo como un mecanismo de transmisión posible», dijo Simón en rueda de prensa.
En julio, 239 expertos en el campo reclamaron a la OMS que reconsiderase sus directrices y que reconociera que el coronavirus se transmite por vía aérea. Un estudio publicado en agosto encontró evidencias de virus SARS-CoV-2 viables a una distancia de 4,8 metros de pacientes infectados con COVID-19, lo que fue considerado como una nueva evidencia de la transmisión aérea de la enfermedad. Por último, la existencia de eventos de supercontagio, en los que unas pocas personas infectan a decenas, son otro claro indicio de que la transmisión ocurre de esta forma.
La diferencia, partículas balísticas o aerosoles
La diferencia fundamental entre el modo de transmisión reconocido por la OMS y este grupo de expertos es que conlleva adoptar unas recomendaciones u otras para frenar al virus.
La OMS hace hincapié en la transmsión del virus que ocurre a corta distancia, a través de gotículas o partículas balísticas, grandes esferas de saliva y moco, cargadas de virus, que se expulsan al toser y estornudar como auténticos proyectiles y que pueden infectar a otras personas si impactan contra su boca o sus ojos. Ésto no se considera como transmisión aéra e implica a que se considere fundamental mantener la distancia y usar la mascarilla para evitar el contagio.
Por otra parte, los partidarios de la trasmisión aérea, presentan evidencias de que el virus se contagia también a través de partículas de menor tamaño que se comportan como aerosoles. Los aerosoles, a diferencia de las gotículas, no se lanzan como proyectiles, sino que se liberan al hablar, respirar, toser y estornudar, y quedan flotando en el entorno. Transmitirían el virus, por tanto, al ser inhaladas, no por impacto. Por eso, en este caso gana peso la necesidad de ventilar espacios cerrados y de evitarlos en la medida de lo posible, si bien el uso de mascarilla, bien ajustada, sigue siendo esencial para no expulsar ni inhalar aerosoles.
Recomendaciones para evitar los aerosoles
José Luis Jiménez, experto en aerosoles de la Universidad de Colorado (EE.UU.) resumió las recomendaciones que tienen en cuenta la transmisión aérea: «Hay que imaginarse que la gente que me encuentro por la calle está fumando y está exhalando humo a medida que respiran», comentó en una entrevista concedida a ABC.
Por eso, dijo que para evitar el contagio hay que quedarse en espacios abiertos y con mascarilla. En caso de tener que compartir espacios cerrados con otra personas, dijo: «Si hay que ir adentro, no hay que estar donde hay mucha gente, si es mucho tiempo, si hay poca ventilación o si hay gente que no lleva mascarillas o las lleva mal ajustadas, como suele ocurrir. Tampoco si están hablando o, peor todavía, cantando o gritando». Por eso, dijo que los clubes nocturnos, los ensayos musicales o las clases de los colegios están entre los peores escenarios imaginables.
Diez razones para ser realistas sobre la vacuna del Covid-19 y no esperar un milagro
El hallazgo de una vacuna contra la Covid-19 que ponga fin a la crisis es una esperanza con la que sueñan miles de personas
MADRID Actualizado:
«A ver si sacan la vacuna ya y termina todo esto» es una de las frases más escuchadas de la pandemia. La gente está cansada de vivir con miedo y no poder salir a la calle con tranquilidad. Por ello, el hallazgo de un vacuna contra laCovid-19 que ponga fin a la crisis es una esperanza con la que sueñan miles de personas.
Sin embargo, aunque hay señales para ser optimistas, no hay garantías de que se vaya a encontrar en un futuro cercano una vacuna lo suficientemente buena como para parar la pandemia. Por este motivo, contemplar todos los posibles escenarios y tener en mente un plan B en el que no haya vacuna es un ejercicio necesario de responsabilidad y transparencia.
Lamentablemente, si de algo podemos estar casi seguros en esta pandemia es de que este coronavirus ha venido para quedarse.
Crear la falsa esperanza de que vamos a contar en breve con una vacuna o tratamiento efectivo contra la COVID-19 puede ser un alma de doble filo que podría causar una gran decepción si las expectativas no se cumplen. Anuncios que aseguren que tendremos una vacuna este año pueden suscitar desconfianza en la población si no se alcanzan los plazos prometidos.
Por otro lado, un exceso de optimismo podría crear una sensación de falsa seguridad y dar lugar a una relajación de las medidas de prevención y control del virus que sí se han demostrado eficaces para evitar su propagación.
No hay duda de que las vacunas son uno de los grandes avances de la historia de la humanidad y la mejor forma de prevenir y reducir las enfermedades infecciosas. De hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que evitan de 2 a 3 millones de muertes al año.
Gracias a las vacunas se ha conseguido erradicar una enfermedad tan letal como la viruela y poner al borde de la extinción una dolencia tan temida y contagiosa como la poliomelitis. Por ello, no es de extrañar que al oír la palabra
Una vacuna se podría definir como «cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos». Sobre el papel, desarrollar un candidato parece algo sencillo, pero a la hora de ponerlo en práctica es un proceso mucho más complejo.
El desarrollo de vacunas presenta muchos desafíos para lograr que sean seguras y efectivas, y este caso no es una excepción. Por ello, es importante conocer las limitaciones y problemas que se pueden encontrar para no caer en un exceso de confianza en su efectividad y plazos de entrega.
Estas son diez de las múltiples razones por las que hay que ser realistas y no esperar que aparezca una vacuna milagrosa que nos libre de esta pandemia de forma inmediata.
1. Las prisas no son buenas
El proceso normal para hacer una vacuna es de entre 10 y 15 años. No se puede esperar tener una perfecta en menos un año y que nos permita volver automáticamente a nuestra vida anterior.
Por ejemplo, el acortamiento que estamos viendo de la fase de investigación preclínica en la que se estudia la vacuna en cultivos celulares y en animales es algo inusual y un reflejo de la urgencia por dar con la vacuna.
2. Tiene que proteger en humanos
Es fácil de decir, pero es donde la mayoría de los candidatos suele fallar. Una vacuna puede estar muy bien diseñada, ser segura, proteger al 100 % en modelos animales e inducir una respuesta inmune fuerte y anticuerpos neutralizantes, pero ofrecer un nivel de protección mucho más bajo del esperado cuando se prueba en humanos.
3. Querer no siempre es poder
En 1984, cuando se identificó el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como el responsable de la pandemia de sida, la secretaria de salud y servicios humanos de Estados Unidos declaró que la vacuna estaría disponible en un plazo de 2 años. Hoy, 36 años después, todavía no hay vacuna.
El desarrollo de vacunas no siempre da frutos. Aunque comparar el VIH con este nuevo coronavirus no sea lo más acertado porque son muy diferentes, hay veces en las que –por mucho que se busque– no se encuentra la manera de desarrollar una vacuna efectiva.
De hecho, aunque hay buenos candidatos a vacuna con resultados prometedores en modelos animales, hasta el momento no hay ninguna vacuna disponible para ninguno de los otros coronavirus que afectan a humanos.
Las razones son múltiples, desde falta de interés comercial hasta la observación de efectos adversos en los diferentes estudios. La buena noticia es que sí hay vacunas disponibles frente a diferentes coronavirus que infectan a animales.
4. Efectos adversos
Las vacunas, al igual que cualquier medicamento, pueden provocar efectos secundarios. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los investigadores es la potenciación de la infección dependiente de anticuerpos, más conocida como ADE.
Se trata de una reacción no deseada en la que la generación de anticuerpos frente a un agente infeccioso, por ejemplo usando una vacuna, da lugar a síntomas mucho peores. Esto se traduce en que la enfermedad se vea potenciada en caso de infección por el virus.
Los mecanismos de ADE son aún muy poco conocidos y la buena noticia es que es bastante infrecuente. Se ha descrito frente al virus respiratorio sincitial y el del dengue. La mala noticia es que también se ha descrito en otros coronavirus, como el virus de la peritonitis infecciosa felina, y coronavirus que infectan a humanos, como los responsables del SARS y el MERS.
Por lo tanto, la posibilidad de que se produzca ADE es una preocupación real y se está evaluando activamente en las distintas fases de desarrollo. Principalmente en la fase 3, donde participa un número considerable de voluntarios.
5. Producción a gran escala
Uno de los principales retos que nos encontraremos si se obtiene una vacuna efectiva contra el coronavirus será su producción masiva a gran escala para que llegue a la mayor parte posible de la población mundial.
Estamos hablando de producir miles de millones de dosis. Eso sin tener en cuenta que muchas de las vacunas en estudio requieren de dos dosis por individuo. Además, otro problema añadido sería producir masivamente dosis suficientes sin afectar la producción de otras vacunas importantes.
6. Distribución de la vacuna
Imaginemos que se consigue desarrollar una vacuna efectiva contra el SARS-CoV-2 y se consigue producir a gran escala. El siguiente problema sería su entrega eficiente a miles de millones de personas en el mundo. De nada sirve tener una vacuna si no llega al usuario final.
Conseguir una distribución mundial eficiente plantea importantes problemas logísticos. Las empresas fabricantes de vacunas, los gobiernos de distintos países y las empresas de transporte deberían trabajar coordinadamente y ponerse de acuerdo.
Por lo general, la mayoría de vacunas deben mantenerse refrigeradas a una temperatura de entre 2 °C y 8 °C. Por esta razón, uno de los principales retos a superar consistiría en no romper la cadena de frío. Este problema podría agravarse, porque hay candidatos a vacuna que requieren una cadena de ultrafrío con temperaturas cercanas a -70 °C.
7. La inmunidad natural parece durar poco
Durante meses han circulado anuncios de posibles reinfecciones desde distintos lugares del mundo. Hoy es ya un hecho que personas que pasaron la enfermedad pueden volver a contagiarse. Esto es algo relativamente habitual en enfermedades infecciosas. De hecho, no existe ninguna enfermedad viral respiratoria descrita en la que no se produzcan reinfecciones.
Una posible explicación sería que, al igual que para otros coronavirus que infectan a humanos, la presencia de anticuerpos va desapareciendo paulatinamente en el transcurso de unos pocos meses después de la infección.
El principal problema de las reinfecciones es que, a pesar de que las vacunas suelen desarrollar una respuesta inmune más fuerte que la infección natural, los resultados esperables no serían los mejores si ya se sabe de antemano que la inmunidad natural es poco duradera.
Aunque aún falta por ver el papel que juega la respuesta celular en las vacunaciones y su relevancia en la protección frente a infecciones, todo parece indicar que muy probablemente habría que volver a vacunarse cada cierto tiempo.
8. La edad es importante
Un desafío para esta vacuna es que las personas de avanzada edad son más susceptibles a la infección y conllevan un riesgo particularmente alto de enfermedad grave o letal.
Por ello, proteger a los adultos mayores de 60 años de la COVID-19 es una de las metas más importantes de los investigadores. El principal problema es que, a medida que vamos envejeciendo, nuestro sistema inmune se vuelve menos eficiente y las vacunas son menos eficaces.
9. Tecnología demasiado reciente
La mayoría de las vacunas que utilizamos suponen la inyección de un virus debilitado, inactivado o simplemente componentes del virus que se producen y purifican en el laboratorio.
Sin embargo, muchos de los candidatos a vacuna que se están probando ahora en humanos están basados en tecnologías genéticas relativamente recientes. Son las conocidas como “vacunas genéticas”, las cuales pueden ser de ADN o ARN.
En este caso, en lugar de inocular virus completos o subunidades del virus para inducir una respuesta inmunitaria como hacen las vacunas tradicionales, la idea es hacer que nuestro propio cuerpo produzca la proteína del virus.
Para ello, nos inyectarían directamente la parte del código genético viral que contiene las instrucciones para elaborar la proteína de interés. Finalmente, nuestras células producirían esta proteína alertando al sistema inmunológico.
Las vacunas genéticas tienen muchas ventajas. Por ejemplo, un menor coste y la necesidad de una infraestructura de producción mucho más reducida. El principal problema es que hasta el momento no se ha comercializado ninguna para humanos, por lo que su eficacia está aún por comprobar.
10. ¿Protección? Sí, pero parcial
Todo parece indicar que, en el caso de tener algún candidato exitoso, las primeras vacunas protegerían parcialmente frente a la infección, la inmunidad sería de corta duración y no funcionarían para todo el mundo.
Sin embargo, siempre es mejor tener una vacuna que funciona parcialmente que no tener ninguna. Sería muy útil para proteger a parte de la población y disminuir el ritmo creciente de infecciones. Además, al tener candidatos tan diferentes en desarrollo es posible que se pudieran cumplir distintos objetivos.
Por otro lado, es posible que en un futuro más lejano se desarrollen vacunas más complejas que consigan mejores resultados.
Respetemos las medidas de protección
En resumen, aunque el esfuerzo sin precedentes y los resultados preliminares puedan invitar al optimismo, la realidad puede ser muy diferente. Por ello, es necesario evitar caer en un exceso de confianza y contemplar todos los posibles escenarios.
Por último, es importante recordar que hasta que la pandemia no remita es de vital importancia respetar las medidas de protección sanitaria básicas que realmente funcionan para evitar contagios:
-Uso correcto de la mascarilla.
-Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
-Mantener el distanciamiento social.
Jose M Jimenez Guardeño, Research Fellow, Departamento de Enfermedades Infecciosas, King's College London.
Ana María Ortega-Prieto, investigadora postdoctoral, King's College London.
Personal de salud fue captado bailando en Centro de Comando COVID-19 de la Diris Norte (VIDEO)
En imágenes se muestra a profesionales de la salud mientras danzaban al ritmo de música incumpliendo el distanciamiento social al interior del complejo El Huaralino, sede usada como base del Comando COVID-19 de la Diris Lima Norte.
Captan a profesionales de la salud bailando en centro COVID-19 N, en Los Olivos (Video: Canal N)
Un grupo de profesionales de la salud fue parte un video en el que son registrados bailando en el Centro de Comando COVID-19 de la Dirección de Redes Integradas de Salud de Lima Norte (Diris Lima Norte). El hecho, que se reportó la tarde del último lunes, se desarrolló en este espacio que funciona en el local El Huaralino, situado en Los Olivos, según informó Canal N.
El citado medio indicó que el evento organizado respondía a la celebración por el Día de la Medicina Peruana y homenaje a Daniel Alcides Carrión en el 135 Aniversario de su inmolación.
Las imágenes difundidas por Canal N muestran a profesionales de la salud bailando sin cumplir con el distanciamiento social para evitar posibles contagios del nuevo coronavirus. Además, la reportera del citado medio señala que el cantante que anima la actividad no usa mascarilla.
El Ejecutivo reitera que las restricciones establecidas en el marco del Estado de Emergencia Nacional siguen vigentes con la finalidad de frenar la pandemia del COVID-19.
Por ello, la principal actividad que debe evitarse son las reuniones sociales y familiares, pues estas son el principal medio de contagio de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), de acuerdo con las autoridades sanitarias.
En ese sentido, se deben evitar actividades que impliquen contacto físico y que no permitan mantener el distanciamiento social entre los participantes.
Respuesta
La Diris Lima Norte, a través de un comunicado difundido por Canal N, lamentó la participación del personal en la actividad. Aseguró que el evento no fue autorizado ni promovido por sus autoridades.
Añadió que se ha dispuesto una inmediata investigación para identificar y sancionar a los responsables, en concordancia con las normas y protocolos que todos los funcionarios públicos, trabajadores y población en general deben salvaguardar.
Mayoría de docentes ya estarán vacunados si vuelven las clases presenciales en marzo
Alumnos podrían retornar a las aulas en marzo de 2021. Foto: La República
Walter Martos indicó que, de acuerdo a los últimos pronósticos de los laboratorios, la vacuna llegaría a inicios del primer trimestre del 2021, lo que permitiría el retorno a las aulas.
06 Oct 2020
La mayoría de docentes ya estarían vacunados contra el nuevo coronavirus si las clases presenciales inician en marzo de 2021, en los diferentes colegios e instituciones del Perú, según declaraciones del presidente del Consejo de Ministros, Walter Martos, en una actividad en Ventanilla.
“El próximo año, estamos visualizando y preparando que las clases sean presenciales a partir del mes de marzo. Si se dan todos los pronósticos que nos han dado los laboratorios, la mayoría de docentes ya estarán vacunados para que puedan dar las clases”, indicó en conferencia de prensa.
Las declaraciones de Martos se basan en los informes brindados por los laboratorios con los que viene trabajando el Gobierno en los ensayos clínicos de la potencial vacuna contra la COVID-19. “Ese es por lo menos el escenario optimista que tenemos en base a las informaciones que nos están dando los laboratorios con quienes estamos teniendo conversaciones”, manifestó.
“Nosotros estamos trabajando con diferentes laboratorios para tener una vacuna de la COVID-19 el otro año. Con los acuerdos que tenemos, ellos (los laboratorios) nos han adelantado que tendremos la vacuna el primer trimestre del 2021. Eso igual se tendrá que ir verificando. El Gobierno está viendo la logística, aplicación y todo ello, para tener todo listo para la inoculación”, agregó.
El primer ministro señaló que si se da el retorno a las aulas, sería con todos los protocolos de bioseguridad y solo por ciertos períodos, según la información del sector Educación. Por otro lado, recalcó que primero se dará prioridad de la vacuna a los que se encuentran en primera línea, sea médicos o enfermeras o bomberos. Luego, en segunda fase, a las personas vulnerables.
Por último, descartó que, por el momento, se está haciendo los ensayos clínicos en niños. “No, aún no estamos viendo ello. Solo se realizan en la población adulta mayor”, indicó.
Miraflores podría ser multada hasta con S/250 mil por revelar datos de denunciante
Dirección de Protección de Datos Personales del Minjus determinó que la municipalidad incumplió la Ley 29733 al entregar el número telefónico de un vecino sin su permiso. Evalúan aplicar una sanción.
Los datos personales de un denunciante fueron revelados por el municipio de Miraflores, un hecho que podría acarrearle una fuerte sanción (Foto: Municipalidad de Miraflores)
Lima, 5 de octubre 2020
La Municipalidad de Miraflores podría ser sancionada hasta con S/215.000 (50 UIT) por brindar el número de teléfono celular de una persona que de forma anónima denunció a una tienda de productos naturistas que seguía atendiendo pese a la cuarentena.
El agraviado es un vecino de Miraflores cuya identidad mantendremos en reserva. El pasado 20 de marzo se comunicó con el servicio de seguridad ciudadana del distrito, a través del WhatsApp.
En esta comunicación, el denunciante no dio su nombre ni se lo solicitó el personal de Serenazgo del distrito. La denuncia fue tomada en cuenta, tanto es así que al día siguiente, el 21 de marzo, un equipo de fiscalizadores llegó al local ubicado en la Av. Benavides y lo clausuró por incumplimiento de las medidas sanitarias.
Dos meses después, el denunciante empezó a recibir llamadas de los representantes de este local comercial y también mensajes a través de las redes sociales. Según contó a El Comercio, estas comunicaciones eran intimidatorias y amenazantes, e incluso llegaron a llamar a su centro de labores.
Luego de hacer varias indagaciones, supo que la Municipalidad de Miraflores fue la que proporcionó su número telefónico a la empresa pues esta lo solicitó por acceso a la información pública. Su información personal quedó, además, publicada en la sección de “Consulta de expedientes”, del portal municipal.
Luego de las indagaciones, el 7 de agosto, los analistas legales de esta dirección concluyeron que la Municipalidad de Miraflores “habría incumplido la obligación de confidencialidad” al haber facilitado el teléfono del agraviado sin su consentimiento.
De acuerdo con el informe de fiscalización del caso, esto constituiría una infracción grave al artículo 17° de la Ley 29733 (Ley de Protección de Datos Personales).
Desde la Central de Alerta Miraflores se controlan las cámaras de seguridad del distrito y aquí también se recepcionan las llamadas y mensajes de los vecinos (Foto: Municipalidad de Miraflores)
También se precisa que al momento de la fiscalización la Central Alerta Miraflores no cumplía con las medidas de seguridad que el reglamento de la citada ley exige para el tratamiento seguro de los datos personales. Se constató por ejemplo que los ocho trabajadores que reciben las denuncias a través del WhatsApp ingresan con un solo usuario y clave, lo que impide llevar un control riguroso de cada una de sus acciones.
Eduardo Luna, director general de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, contó que, en paralelo a la investigación, su entidad tomó contacto con el municipio para hacer recomendaciones sobre una interpretación adecuada de las normas.
Según explica, la misma Ley de Transparencia Pública, en su artículo 17, señala qué información es secreta, privada y confidencial y que por lo tanto debería ser reservada.
“Lo dispuesto en el numeral precedente no quiere decir que todo dato personal contenido en información administrada por las entidades […] sea considerado información pública accesible. La evaluación del acceso a datos personales en posesión de entidades de administración pública se hará atendiendo a las circunstancias de cada caso concreto”, dice la citada norma.
Le corresponde -precisó Luna- a la Dirección de Fiscalización e Instrucción de esta entidad determinar si abre un proceso administrativo sancionador contra este municipio por las faltas detectadas.
Para esta nota, el área de prensa de la Municipalidad de Miraflores indicó que tras estos hechos su personal ha sido capacitado por los especialistas del Ministerio de Justicia. Además, que en el acceso a expedientes ahora están tachando datos como el nombre, el teléfono, correo electrónico y otros. Finalmente, la comuna de Miraflores indicó que su personal de seguridad ciudadana ha suscrito acuerdos de confidencialidad.