COVID-19: en qué consiste el tratamiento experimental de Donald Trump
Rodrigo Orellana
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió una dosis de un tratamiento experimental para combatir el COVID-19, según confirmó el viernes 2 de octubre la Casa Blanca.
Trump y su esposa Melania se sometieron a las pruebas de coronavirus, luego de que una de sus asesoras más cercanas del mandatario confirmara que se había contagiado de SARS-CoV-2.
El presidente de 74 años fue trasladado la tarde del viernes de 2 octubre al hospital militar Walter Reed, como medida de precaución.
Qué es el Regeneron
El médico de Trump, Sean Conley, confirmó que el gobernante recibió un cóctel de anticuerpos que está probando la compañía Regeneron Pharmaceuticals Inc.
La compañía ha informado que puede mejorar los síntomas en pacientes con COVID-19 que no han requerido de hospitalización, sin provocar efectos secundarios graves en los ensayos.
Los anticuerpos monoclonales, es decir, copias fabricadas de anticuerpos humanos contra el virus, son uno de los tipos de fármacos experimentales más esperados contra el COVID-19
Los anticuerpos inyectados están diseñados para comenzar a combatir el virus de inmediato y se están desarrollando para prevenir y tratar COVID-19, consignó Reuters.
La técnica ya se utiliza ampliamente para tratar una variedad de enfermedades.
Cóctel de fármacos
El médico de Trump dijo que el presidente está tomando varios medicamentos. La agencia Reuters detalló los fármacos, así como sus potenciales beneficios:
Vitamina D y zinc mineral: fortalece y estimula el sistema inmunológico.
Famotidina: medicamento para la acidez estomacal. No se ha demostrado que funcione contra COVID-19, pero investigadores lo están estudiando como un tratamiento potencial.
Melatonina: fármaco que menudo se administra para facilitar el sueño.
Aspirina: puede ayudar a evitar los ataques cardíacos y reduce la fiebre. Trump ha dicho que la toma a diario.
Regeneron: qué se sabe del tratamiento experimental que recibe Donald Trump contra el coronavirus
Redacción - BBC News Mundo
Donald Trump inició su combate contra el coronavirus con un coctel experimental basado en anticuerpos monoclonales.
Una dosis de ocho gramos de esta medicación fue administrada al presidente estadounidense, de 74 años, este viernes.
Fue internado en un hospital militar menos de 24 horas después de que se confirmara su contagio de covid-19.
La inyección es parte de un tratamiento desarrollado por la compañía biotecnológica Regeneron y fue brindada al mandatario "sin generar ningún incidente preocupante", de acuerdo al comunicado del médico presidencial, Sean P. Conley.
El uso de anticuerpos monoclonales es considerado uno de los tratamientos más prometedores para combatir la covid-19, y Regeneron es una de las empresas pioneras en probarlos.
De acuerdo a especialistas, tienen la capacidad de utilizarse como un medicamento profiláctico de acción rápida en personas expuestas al virus.
Anteriormente, Anthony Fauci, el experto en enfermedades virales más reconocido de EE.UU. y líder del equipo de la Casa Blanca para combatir la pandemia, se había referido a este tratamiento como un posible "puente hacia una vacuna".
En un siguiente reporte, ya en la noche del viernes, se informó que el mandatario también recibió una primera dosis del fármaco antiviral remdesivir, que antes se usó para combatir la hepatitis C y el ébola.
La medicación de Trump
Además de la medicación de anticuerpos, Trump empezó su proceso de recuperación tomando zinc, vitamina D, famotidina, melatonina y una aspirina diaria, informó la Casa Blanca.
El comunicado señala que el presidente sufre de fatiga, pero que se encuentra de buen ánimo.
Antes de ser internado se conoció que presentaba "síntomas leves" de la enfermedad y que su traslado al hospital militar Walter Reed fue decidido como "una medida de precaución".
Ese centro de salud, en las afueras de Washington DC., es uno de los más grandes y prestigiosos de Estados Unidos.
Además es la instalación médica a la que suelen acudir los presidentes estadounidenses para sus revisiones anuales.
El reporte del médico presidencial añade que la primera dama, Melania Trump, se sentía bien y solo presentaba dolores de cabeza y una leve tos.
El resto de la familia, incluyendo el hijo menor, Barron, quien vive en la Casa Blanca, dio negativo en sus pruebas de covid-19.
Regeneron
El coctel de anticuerpos administrado a Trump ayuda a reducir los efectos de virus y puede acelerar la recuperación, señala la compañía Regeneron.
Si bien no existen tratamientos aprobados por la Organización Mundial de Salud para la covid-19, el protocolo sanitario brindado a Trump es uno de los candidatos más prometedores, de acuerdo a lo que señalan médicos estadounidenses.
Regeneron destaca que los resultados iniciales sugieren que se puede reducir el nivel de efectos del virus en el cuerpo y posiblemente acortar las estadías en el hospital cuando se administra al inicio de la infección.
En un comunicado emitido el viernes, el director ejecutivo de la empresa, Leonard S. Schleifer, señaló que el personal médico de Trump contactó con la compañía para pedir permiso para usar el medicamento.
Su uso fue autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FCA, por sus siglas en inglés).
"Confirmamos que, como anunció el secretario de prensa de la Casa Blanca, Regeneron proporcionó una dosis única de 8 gramos de REGNCOV2, un cóctel de dos anticuerpos monoclonales, para uso del presidente Trump", señala un comunicado publicado por la empresa.
El documento explica que REGN-COV2 es una terapia experimental para covid-19 cuyos resultados iniciales muestran que puede producir una mejora en los síntomas de una persona infectada.
Regeneron señala que su tratamiento fue diseñado "de manera específica" para frenar los efectos del coronavirus.
¿Qué son los anticuerpos monoclonales?
Un anticuerpo monoclonal, también conocido como mAB, es un tipo de fármaco que puede utilizarse tanto para prevenir una infección como para tratarla una vez que la enfermedad se desarrolló.
Cuando el organismo detecta la presencia de un antígeno como el coronavirus, el sistema inmune produce unas proteínas destinadas a neutralizar al virus con el objetivo de evitar que penetre en nuestras células y se reproduzca.
Los anticuerpos monoclonales son copias sintéticas creadas en laboratorio a partir de un clon de un anticuerpo específico hallado en la sangre de una persona recuperada.
Eso significa que los mAb imitan a los anticuerpos que nuestro organismo produce de forma natural.
"A diferencia de una vacuna, que introduce una proteína o material genético en nuestro organismo para estimular al sistema inmune (para que genere anticuerpos), estos son anticuerpos que se suministran para brindarle protección", explicó en agosto a BBC Mundo Jens Lundgren, médico especializado en enfermedades infecciosas de la Universidad de Copenhague y del hospital Rigshospitalet de Dinamarca.
Este tipo de terapia es desarrollada desde la década del 70 y se aplicó con una serie de enfermedades como el sida y diferentes tipos de cáncer.
Dese el inicio de la pandemia, laboratorios como AstraZeneca, Regeneron, VirBiotechnology, Eli Lilly y Adimab, entre otros, investigan el uso de anticuerpos monoclonales que resulten efectivos contra el coronavirus, y sus resultados se declararon promisorios.
Su uso es considerado por especialistas como más eficiente que un trasplante de plasma porque se trata de una selección de proteínas específicas para neutralizar o frenar un virus.
Sin embargo, uno de los principales problemas de esta terapia es su elevado costo.
Esta clase de tratamientos médicos se encuentran entre los más caros del mundo. El precio promedio de un tratamiento con mAb en EE.UU. oscila entre US$15.000 y US$200.000 al año.
Remdesivir
Desde mediados de este año el remdesivir fue señalado como uno de los pocos medicamentos que demostró ser eficaz en la lucha contra el coronavirus.
Sin embargo también fue cuestionado por los altos costos que implica un tratamiento con ese antiviral.
En abril, cuando la cifra de contagios comenzó a elevarse en Estados Unidos, el país autorizó a los centros de salud el uso del remdesivir con los afectador por el coronavirus.
Su uso durante esta pandemia también fue aprobado en Reino Unido y Corea del Sur, entre otros.
Actúa atacando una enzima que el virus necesita para replicarse dentro de nuestras células y puede reducir el período de recuperación de la infección.
Un tratamiento con remdesivir en EE.UU. puede valer US$3.200 y consta de unas seis pastillas en promedio.Scroll back up to restore default view.
Las búsquedas de “schadenfreude” se dispararon por culpa de Trump
Luis Miguel Paredes
Casi al finalizar el 1 de octubre de 2020, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, informó que él y su esposa, Melania Trump, dieron positivo por COVID-19. “Comenzaremos inmediatamente nuestra cuarentena y el proceso de recuperación. Lo superaremos juntos”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Obviamente, hubo reacciones de todo tipo por la noticia, y la palabra schadenfreude se repitió una y otra vez en diversos titulares, principalmente de medios de comunicación estadounidenses. De hecho, las búsquedas de este término tuvieron un incremento del 30,500 por ciento en el diccionario de Merriam-Webster.
“Schadenfreude fue nuestra búsqueda principal el 2 de octubre, por un margen muy considerable, luego del anuncio del presidente Trump”, comunicó la institución.
Pero ¿cuál es el significado de esta palabra? Según Merriam-Webster, se define como “el disfrute obtenido de los problemas de los demás”. El término se tomó del alemán a mediados del siglo XIX, añadió Merriam-Webster.
En español, se han escrito numerosos artículos que más que traducirla, tratan de explicar el comportamiento que se desprende de la palabra: el porqué se siente placer por ver “caer” a los demás.
En el contexto del anuncio de Trump, USA Today, el 2 de octubre, tituló un artículo de la siguiente manera: “La infección por coronavirus del presidente Donald Trump origina simpatía internacional y cierto grado de schadenfreude”.
Si bien todavía faltan algunos meses para que acabe 2020, términos como schadenfreude, confinamiento y nueva normalidad ya se perfilan para ser candidatas a palabras del año.
"Gracias por el caos": Madrid regresa esta noche al confinamiento
Por Belén Carreño y Emma Pinedo
Por Belén Carreño y Emma Pinedo
MADRID, 2 oct (Reuters) - Cerca de cinco millones de madrileños no podrán salir de sus localidades a partir de la noche del viernes, convirtiéndose en la primera capital en regresar al confinamiento, si bien parcial, para hacer frente a la segunda ola de la pandemia de coronavirus.
Los restaurantes y bares de la capital y de nueve ciudades dormitorio densamente pobladas cerrarán antes y reducirán su aforo a la mitad en el peor foco actual de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, de toda Europa.
Las nuevas restricciones, que comenzarán a las 10 pm (2000 GMT), no son tan estrictas como las del confinamiento de mediados de marzo, cuando se decretó a escala nacional y se prohibió a la gente salir de sus casas.
Esta vez, la población afectada podrá acudir al trabajo, a hacer compras, a la escuela o al hospital, pero verán limitados otros movimientos y sufrirán restricciones de aforo en establecimientos comerciales.
Las autoridades recomiendan ahora a los residentes que no salgan salvo en casos estrictamente necesarios, pero la movilidad no está prohibida dentro de la capital.
En cualquier caso, muchos madrileños están cansados del largo pulso político que mantienen el Gobierno central de izquierda y el Ejecutivo regional, generando incertidumbre sobre la aplicación y eficacia de las medidas.
"Llevamos ocho meses con mascarillas y sin bares de copas y fiestas, y todavía hay contagios. Entonces, ¿qué tipo de impacto tendrán estas restricciones?", dijo Sonny van den Holstein, propietario del restaurante Sanissimo.
"La gente está confundida y dudan si salir o no", añadió, justo cuando le estaba llamando un cliente para cancelar una reserva que tenía para el sábado. "Otra cancelación ... porque tienen miedo".
El gobierno regional dirigido por la conservadora Isabel Díaz Ayuso cumple así a regañadientes con la orden del Gobierno central, dirigido por una coalición de izquierdas encabezada por el Partido Socialista.
Las reuniones de más de seis personas siguen estando prohibidas tanto en interior como en exterior, pero esta vez los parques y las zonas infantiles de juego permanecerán abiertas.
DESAFÍO LEGAL
El consejero regional de Justicia e Interior, Enrique López, pidió disculpas a los madrileños y dijo que se veían obligados a adoptar las nuevas restricciones. No obstante, el Ejecutivo regional ha recurrido la orden del Ministerio de Sanidad ante la Audiencia Nacional y solicitado su suspensión cautelar, preocupado por el impacto de las nuevas restricciones en la economía.
López cifró las pérdidas económicas para la región en más de 8.000 millones de euros.
En su cuenta de Twitter, Díaz Ayuso arremetió contra el presidente del Gobierno central. "Desde mañana podrás llegar a Madrid desde Berlín pero no desde Parla (uno de los municipios madrileños afectados). Gracias por el caos, Pedro Sánchez".
El líder socialista, que el viernes estaba en una cumbre de la UE en Bruselas, había dicho antes: "Todas las decisiones se basan en criterios científicos con un único objetivo: salvar vidas".
Con 859 casos por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con las cifras de la Organización Mundial de la Salud, la región de Madrid es la zona más afectada de Europa por la COVID-19.
España ha registrado hasta este viernes un total de 789.932 casos de coronavirus, más que cualquier otro país de Europa Occidental, y más de 32.000 muertos. Las muertes diarias están ahora cerca de sus niveles más altos desde principios de mayo, con un promedio pero lejos del récord de 900 muertos diarios marcado en finales de marzo, en el punto álgido de la primera ola de la pandemia.
(Información de Belén Carreño, Emma Pinedo y Nathan Allen; editado en español por Jose Elías Rodríguez)
Este árbol mapuche podría ser clave en la lucha contra el coronavirus
Felipe Sasso
El quillay es un árbol endémico de Chile, que tradicionalmente ha sido utilizado por el pueblo mapuche para curar enfermedades respiratorias, estomacales y otros padecimientos.
Actualmente, el quillay ha vuelto a ganar relevancia porque está siendo usado como elemento fundamental de una de las vacunas experimentales para combatir el COVID-19, según un artículo de El País de España.
Se trata de la vacuna de la compañía biotecnológica Novavax que ha comenzado con su fase final de ensayo clínico.
De Acuerdo al libro Plantas medicinales de uso común en Chile, las propiedades medicinales de esta especie provienen de las saponinas, que son componentes de la corteza que tiene aplicaciones para la industria y los usos cosméticos.
También se hallan en el resto de la madera del árbol.
Componente clave
Las propiedades del quillay son estudiadas por la empresa Desert King Chile, ellos explican que ya se han descubierto cerca de 50 tipos de saponinas en este árbol.
“Cuando describimos las propiedades de cada una de estas saponinas, descubrimos hace más de 20 años que tienen capacidades de ser adyuvantes, es decir, una especie de tren que permite que un componente activo entre a la célula”, explica Andrés González, gerente de la compañía.
Ellos trabajan con dos de estos tipos de saponinas, la SQ7 y la SQ21, las cuales son enviadas desde Chile hasta los laboratorios de Novavax para su vacuna experimental contra el coronavirus.
Desert King Chile explica que la vacuna genera una buena respuesta inmune cuando se testea sin el adyuvante.
De todas formas, “si se disminuye un 25% el antígeno y se le agrega el adyuvante de quillay, la respuesta inmune se multiplica de forma exponencial. Por lo tanto, el adyuvante de quillay (la saponina), sirve para escalar rapidísimamente a niveles industriales, porque no necesitas producir grandes cantidades de antígeno para obtener la misma cantidad de vacuna”, agrega González.
La saponina de quillay pura y concentrada se transporta en formato de polvo vía aérea en pequeños frascos. Un proceso químico separa la saponina de otros elementos sólidos.
La empresa asegura que la obtención de este compuesto se realiza de forma responsable el que contempla podas de los quillayes para no talarlos, además de plantaciones forestales y la reproducción de clones genéticos de las especies seleccionadas del árbol.
Es una manera sustentable de cuidar este árbol respetado por el pueblo mapuche, que sorpresivamente podría desempeñar un papel clave en la lucha contra la pandemia.
¿Recordáis las primeras semanas de confinamiento y las escenas surrealistas de compras desmesuradas de papel higiénico? Lo cierto es que no en todas partes estaban así de inquietos. Los Indios por ejemplo suelen tener instalados pequeñas “duchas” flexibles, para dirigir el chorro de agua a voluntad mientras están sentados en el inodoro. Y en nuestro país, muchos cuartos de baño “a la antigua” (es decir que incluyen bidet) hicieron que algunos veteranos se sintieran a salvo, indiferentes a la escasez de papel.
Puede parecer que esto de usar el papel higiénico en el retrete es una cosa moderna, pero en realidad lleva entre nosotros mucho tiempo. En Occidente por ejemplo, se viene empleando al menos desde el siglo XVI, aunque los chinos (unos avanzados casi siempre) ya lo usaban con fines de limpieza “trasera” doscientos años antes de que naciera Cristo.
La pregunta que se puede hacer uno, ciertamente escatológica pero de innegable interés histórico es: ¿qué usábamos los humanos antes de comprar rollos de “mullido” papel higiénico, cuando nos sentábamos a “descomer”? La respuesta más obvia la encontramos en los socorridos elementos naturales que se pueden encontrar en plena foresta o a campo abierto - véase plantas diversas, hierbas como la juncia, hojas de árbol, musgo, plumas de ave, nieve e incluso la propia mano desnuda - todos ellos empleados profusamente por los humanos de naturaleza trashumante. Además, habría que añadir otras formas de higienizarse más elaboradas, como las implican el uso de borras de lana, mazorcas de maíz o tejidos viejos, también comunes entre humanos asentados en algún poblado.
Pero ahí no queda la cosa, las antiguas civilizaciones también nos han dejado muestras de algunos “inventos” que provocarían más de un disgusto en la actualidad, pero que por aquel entonces constituían una costumbre de lo más aceptada. Por desgracia no quedan muchos restos arqueológicos de estos artilugios, ya que en su mayor parte estaban compuestos por materiales orgánicos, los cuales se degradan fácilmente, pero algunos han sobrevivido.
En China por ejemplo, hace unos 2.000 años se usaban palos de higiene (o tiras de bambú) que básicamente consistía en un palo de madera o en una caña de bambú, que se envolvía en tela. Durante el periodo grecorromano (del 332 a.C. hasta el 642 d.C.) los ciudadanos de ambas culturas limpiaban sus “traseros” con otro palo llamado tersorio (tersorium en latín). La idea básicamente era similar a la de los chinos, aunque en lugar de incluir un trozo de tela, el tersorio incluía una esponja marina. ¡Sin duda un plus en confort!
¿La mala noticia? Los tersorios eran “comunales”, y una vez empleada en un baño público se dejaba reposando en un cubo de agua salada o de vinagre, aunque también es probable que se dejaran en un recipiente por el que pasara el agua corriente bajo los servicios. En realidad debemos decir que el asunto del “destino final” del tersorio no está del todo claro, de hecho hay quien sostiene que no se empleaba para higienizar las partes pudendas, sino para limpiar la letrina a modo de nuestras modernas escobillas.
Pero ese no era el único invento empleado por helenos y romanos, también contaban con un secreto cerámico al que llamaban pessoi. Básicamente, eran toscas piezas ovaladas o en forma de círculo que empleaban para “arrastrar” los restos, los cuales luego enjuagaban en algún receptáculo con agua. Dado lo rugoso del material, deducimos que su uso habría sido cualquier cosa menos cómodo. Curiosamente, los arqueólogos no solo se han encontrado varias de estas reliquias, sino que incluso se ha descubierto una copa de vino antigua decorada con escenas de la vida diaria, en la que aparece un hombre limpiándose el trasero con un pessoi.
Existía una variedad más elaborada llamada óstraco, que básicamente eran piezas de cerámica lacadas en los que uno podía inscribir el nombre de su enemigo. Suponemos que – al igual que sucede hoy en día – no habría mejor forma de condenar a alguien al “ostracismo” que usar su nombre en tan innoble labor. Al igual que sucede con los pessois, el uso de estos artilugios han debido de causar muchas lesiones, irritaciones en la piel y hemorroides externas a lo largo de la historia antigua.
Y nos despedimos hablando de Japón, donde en siglo VIII d.C. se empleaba otro tipo de palo de madera llamada chügi que tenía una particularidad “interna” de lo más interesante. Al parecer los antiguos nipones lo empleaban tanto para limpiar el exterior como el interior del ano. Parece increíble, pero hay algunos grabados de la época que muestran a personas introduciéndose uno de estos palos entre las nalgas.
Visto lo visto, creo que deberíamos de dar gracias al progreso por habernos dotado de papel higiénico. Por cierto, pese a que el asunto de la limpieza íntima permanece casi siempre silenciado por razones obvias, también ha sido tratado por los grandes de la literatura universal. Como ejemplos, y más allá de nuestro compatriota Francisco de Quevedo, autor de la escatológica “Gracias y desgracias del ojo del culo”, podríamos citar al francés François Rebelais, quien a través de sus personajes llega a interrogarse literalmente sobre “cuál es el mejor limpiaculos” en su obra “Gargantúa”.