Un año después, mercado de Wuhan en epicentro de pandemia de coronavirus sigue cerrado y vacío
Por Cate Cadell
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Un año después, mercado de Wuhan en epicentro de pandemia de coronavirus sigue cerrado y vacío
El chef y propietario Lai Yun, de 38 años, de un restaurante japonés trabaja en su restaurante, casi un año después del inicio del brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en Wuhan
Por Cate Cadell
WUHAN, China, 11 dic (Reuters) - Durante más de seis años, el dueño de restaurante Lai Yun inició la mayoría de sus días en Wuhan de la misma manera, con un viaje al Mercado Mayorista de Alimentos Marinos Huanan, que queda a apenas diez minutos caminando desde su casa.
"Enviaba a los niños a la escuela, desayunaba y luego iba al mercado. Era muy conveniente", dijo Lai, de 38 años.
Eso cambió el 31 de diciembre de 2019, después de que cuatro casos de una neumonía misteriosa se vincularon al mercado y el recinto se cerró de la noche a la mañana. La ciudad inició una agotadora cuarentena de 76 días que se anunció solo unas pocas horas antes y prohibió que las personas salieran de sus hogares.
A casi un año del comienzo del brote, el COVID-19 ha cobrado más de 1,5 millones de vidas, y el mercado de Wuhan donde se detectó inicialmente permanece vacío, incluso cuando la ciudad que lo rodea ha vuelto a la vida.
El mercado se ha convertido en un símbolo de la feroz batalla política y científica que se libra en torno al origen del virus y China continúa peleando con Estados Unidos y otros países, acusándolos de parcialidad.
Un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud aún no ha visitado Wuhan y mucho menos el mercado. Las autoridades sanitarias en China y en el extranjero han advertido que los esfuerzos de rastreo del origen podrían llevar años y arrojar resultados no concluyentes.
En Wuhan, donde pesa el estigma de ser el epicentro del primer brote del coronavirus, más de una decena de residentes y dueños de negocios dijeron a Reuters que no creen que el virus comenzara en la ciudad.
"Ciertamente no pudo haber sido Wuhan (...), seguramente otra persona lo trajo. O seguramente vino de algún otro producto traído del exterior. Solo había ciertas condiciones para que apareciera aquí", dijo un vendedor del mercado en el centro de la ciudad, que se identificó como Chen.
En los últimos meses, diplomáticos chinos y medios estatales han dicho que creen que el mercado no es el punto de origen, sino una víctima de la enfermedad, y han apoyado las teorías de que el virus potencialmente se originó en otro país.
Los expertos dicen que el mercado todavía juega un papel en la investigación y, por lo tanto, es poco probable que sea demolido, aunque gran parte de esa investigación se basará en muestras tomadas inmediatamente después de que comenzó el brote.
"El primer grupo de casos se dio allí, por lo que al menos sería interesante averiguar el origen de esos y presentar algunas hipótesis, como si es más probable que vino de animales salvajes o tal vez apunta a un superpropagador humano", dijo Jin Dong-Yan, profesor de virología de la Universidad de Hong Kong.
(Reporte de Cate Cadell; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
Empieza a producirse la vacuna anti-covid en la región más poblada de Brasil
Agencia EFE
Sao Paulo, 10 dic (EFE).- El estado brasileño de Sao Paulo, el más poblado del país y epicentro de la pandemia por el coronavirus , inició este jueves la producción propia de la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, anunció en rueda de prensa el gobernador, Joao Doria.
Doria, uno de los principales rivales políticos del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, calificó el comienzo de la fabricación del antivirus como un momento "histórico" y detalló que "la capacidad de producción llegará a un millón de dosis por día" en el estatal Instituto Butantán, referente inmunológico en Latinoamérica.
No obstante, la Coronavac no ha obtenido aún el aval de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador), que debe pronunciarse en los próximos días. Si la vacuna logra la luz verde, la previsión de la gobernación de Sao Paulo es iniciar la inmunización en los grupos prioritarios a partir del 25 de enero de 2021.
Doria, quien teje una disputa con Bolsonaro por la implementación inmediata de una vacuna, indicó que además de Sao Paulo, otros once estados de la federación brasileña ya formalizaron los protocolos para adquirir el antídoto.
La pandemia ya ha dejado en Brasil casi 180.000 muertos y más de 6,7 millones de casos confirmados.
A pesar del inicio de la producción y el anuncio de las alianzas entre el estado de Sao Paulo, que cuenta con 46 millones de habitantes, y once de los otros 26 estados brasileños, el gobernador paulista confía todo su plan al visto bueno de Anvisa.
El órgano regulador realizó la semana pasada una visita de inspección a la sede de los laboratorios de Sinovac en China y espera informes del Instituto Butantán sobre la tercera fase de las pruebas realizadas a 13.000 voluntarios brasileños para otorgar la autorización en carácter de emergencia o definitiva de la vacuna.
De acuerdo con Doria, la fábrica del inmunizante funcionará 24 horas por día, todos los días de la semana, con una contratación adicional de 120 técnicos más.
"Esta es la producción brasileña que está siendo realizada con insumos de Sinovac. Es un momento histórico y llena de orgullo a los brasileños", resaltó el gobernador.
"Brasil no puede ver al mundo comenzar la vacunación y quedarse aquí en un debate interminable e inconcluso estando de brazos cruzados. Pero Sao Paulo no se va a cruzar los brazos y ayudará a todos los brasileños que lo pidan", subrayó.
El gobernador cuestionó el plan nacional de vacunación que, sin definir todavía cuál tipo de vacuna de las que ofrece el mercado va a usar, prevé iniciarse en marzo.
Después de la presión de los gobernadores, con los que estuvo reunido el martes, el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, admitió que el país puede comenzar a vacunar en condiciones de emergencia en enero.
Brasil adquirió 110 millones de dosis de la producida por el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca y la universidad británica de Oxford y la intención de compra de otras setenta millones de la desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer en conjunto con el grupo alemán BioNTec.
Los estados que formalizaron el pedido de la vacuna china a Sao Paulo son Acre, Pará, Maranhao, Roraima, Piauí, Mato Grosso do Sul, Espírito Santo, Río Grande do Norte, Paraiba, Ceará y Río Grande do Sul. Bahía y Paraná, en tanto, tienen acuerdos preestablecidos con el instituto ruso Gamaleya por la vacuna Sputnik-V.
De acuerdo con el presidente del Instituto Butantán, Dimas Covas, 276 municipios de todo el país, incluso de estados que están por fuera del convenio anunciado este jueves, formalizaron su intención de acceder a la vacuna producida en Sao Paulo y 912 están en conversaciones.
Coronavirus: estadounidenses pagando el precio por feriado
CARLA K. JOHNSON y AMY FORLITI
Los estadounidenses están pagando ahora el precio por lo que hicieron en el feriado de Acción de Gracias y enfermándose de COVID-19, y las autoridades de salud les advierten — incluso les ruegan — que no cometan los mismos errores durante la temporada navideña y el Año Nuevo.
“Es un pico adicional al actual”, dijo Ali Mokdad, profesor de ciencias de la salud en la Universidad de Washington en Seattle. “Honestamente, es una advertencia para todos”.
En todo el país, los rastreadores de contactos y médicos de salas de emergencia están escuchando reiteradamente de pacientes con coronavirus que socializaron durante el feriado con personas que no vivían con ellos, pese a las enfáticas advertencias de las autoridades de salud.
El virus estaba diseminándose rápidamente por la nación incluso antes del feriado de Acción de Gracias, pero estaba mostrando indicios de estabilización. Desde entonces se ha disparado, con nuevos casos que rebasan los 200.000 por día.
El funesto panorama se produce cuando Estados Unidos está al borde de lanzar una vasta campaña de vacunación contra el coronavirus, una vez la Administración de Alimentos y Medicamentos, como se espera, apruebe en unos días al uso de emergencia de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra un azote que ha matado a más de 290.000 personas e infectado a más de 15,6 millones en el país.
Las muertes han subido a un promedio diario para siete días de casi 2.260, similar al pico registrado a mediados de abril cuando el área de Nueva York era el eje del brote. Los nuevos casos están en aproximadamente 195.000 diarios, basado en un promedio para dos semanas, un incremento de 16% respecto a la víspera de Acción de Gracias, de acuerdo con un análisis de la Associated Press.
En el estado de Washington, los rastreadores de contactos contaron al menos 336 personas que dieron positivo y dijeron que asistieron a reuniones o volaron durante el feriado. Se esperan más.
El virus pudiera seguir en incubación en alguien que haya sido expuesto cuando regresaba a casa el domingo tras el feriado. El fin de ese período de incubación de dos semanas es este domingo.
La nueva ronda de festividades pudiera generar aún más casos. Feriados consecutivos comenzaron esta semana. Hanukkah empezó el jueves por la noche y finaliza el 18 de diciembre, seguido por Navidades, Kwanza y la víspera de Año Nuevo.
“No es el momento para invitar a los vecinos a una cena No es el momento para tener fiestas”, dijo el doctor Joshua LaBader, de la Universidad Estatal de Arizona.
Trump y sus amigos recibieron el tratamiento contra el coronavirus que muchos otros no podrían obtener
Sheryl Gay Stolberg
WASHINGTON — Ben Carson, Chris Christie y Donald J. Trump no son los candidatos más fuertes para vencer al coronavirus: son mayores, en algunos casos con sobrepeso, son varones y su condición física no es precisamente buena. Sin embargo, parece que todos vencieron al COVID-19 por haber recibido un tratamiento de anticuerpos tan escaso que algunos hospitales y estados lo están asignando por sorteo.
Ahora, Rudy Giuliani, el miembro del círculo cercano de Donald Trump que más recientemente contrajo el coronavirus, ha reconocido que recibió al menos dos de los mismos medicamentos que le dieron al presidente. Incluso admitió que su calidad de “celebridad” le ha dado acceso a cuidados que otros no tuvieron.
“Si no fuera yo, honestamente no me habrían internado en un hospital”, le dijo Giuliani, el abogado personal del presidente, a la radioemisora WABC de Nueva York. “En ocasiones, cuando eres una celebridad, se preocupan si algo te sucede, lo analizan con mayor atención y hacen todo bien”.
La revelación abierta de Giuliani pone de manifiesto una vez más que el COVID-19 se ha convertido en una enfermedad de los que tienen y de los que no. El tratamiento que se les ha dado a los aliados de Trump está provocando inquietud entre los especialistas en ética médica mientras que los funcionarios de Estado y los administradores del sistema de salud tienen que tomar decisiones complejas acerca de cuáles pacientes reciben anticuerpos dentro de un régimen que solo puede calificarse como de racionamiento.
“No debimos dejar que Chris Christie y Ben Carson tuvieran acceso (y en el caso de este último, con la intervención del presidente)”, señaló Arthur Caplan, un especialista en ética médica que trabaja con empresas farmacéuticas para decidir cómo racionar los medicamentos escasos, en referencia a la declaración del secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de que el presidente le “autorizó” el tratamiento. “Esa no es la manera de obtener el respaldo de la población a los difíciles métodos de racionamiento”.
Estos tratamientos —un anticuerpo monoclonal desarrollado por Eli Lilly y un cóctel de dos anticuerpos monoclonales desarrollados por Regeneron— obtuvieron el mes pasado la autorización de uso de emergencia (EUA, por su sigla en inglés) de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) para pacientes ambulatorios cuya enfermedad va de “leve a moderada” y tienen un alto riesgo de que esta avance y se convierta en una enfermedad grave o de ser hospitalizados.
Dado el aumento de casos, es enorme la cantidad de posibles candidatos.
“Uno de los problemas es que los criterios para la EUA en verdad son tan amplios que la mitad de las personas con COVID-19 podrían ser candidatos, pero es evidente que el suministro no es suficiente”, afirmó Erin Fox, directora farmacéutica sénior del Hospital de la Universidad de Utah, quien ha ayudado a su estado a idear criterios para determinar quiénes son candidatos para recibir los medicamentos. “Por desgracia, eso hace que cada hospital o cada estado desarrolle sus propios criterios de racionamiento”.
Según tres funcionarios sénior del gobierno, incluso algunos altos funcionarios de la FDA —tanto empleados de carrera como asignados políticos— en los últimos meses han manifestado en privado la preocupación de que, al parecer, las personas que tienen contactos en la Casa Blanca están teniendo acceso a los tratamientos con anticuerpos.
Parecía que Giuliani, de 76 años, no sabía sobre los problemas de escasez y les dijo a los entrevistadores que los políticos han llevado el asunto de los cubrebocas y el cierre de empresas demasiado lejos ahora que el COVID-19 es “una enfermedad tratable”.
De hecho, los tratamientos con anticuerpos son tan escasos que las autoridades de Utah han desarrollado un sistema de clasificación para determinar quiénes son las personas más idóneas para recibir los medicamentos, mientras que Colorado está usando un sistema de sorteo. Matthew Wynia, director del Centro de Bioética y Humanidades de la Universidad de Colorado, señaló que dar acceso a los poderosos era, a todas luces, injusto.
“Esa es una de las razones por las que decidimos que lo asignaríamos solo a través del estado y solo mediante este proceso de asignación por sorteo”, comentó, “a fin de que nadie tenga ventajas por tener influencias”.
Además, existen otros factores que complican que muchas personas tampoco obtengan los tratamientos. Las inyecciones deben administrarse en condiciones extrahospitalarias, pero los centros donde se aplican, los cuales también atienden a pacientes con cáncer que se encuentran inmunosuprimidos, están renuentes a recibir personas que tengan alguna enfermedad infecciosa. Y muchas salas de urgencias están tan saturadas que no tienen el espacio suficiente.
En Utah, Fox afirmó que su hospital había enviado la mayor parte del suministro de anticuerpos a hospitales rurales, mismos que contaban con una mayor capacidad. Tanto Fox como Wynia, en Colorado, manifestaron su preocupación de que los tratamientos no se distribuyeran de manera equitativa en términos raciales y étnicos y de que las comunidades minoritarias tan afectadas no recibieran la parte que les corresponde.
La escasez es un problema tan grande que las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina celebrarán una sesión la próxima semana para ayudar a los profesionales médicos a resolver los aspectos del racionamiento.
“Hemos intentado correr la voz para que cuando los pacientes den positivo a la prueba, sepan que pueden ser candidatos al tratamiento, pero eso solo funciona para personas con muchos recursos”, señaló Fox.
Tanto Trump como Christie, su amigo de mucho tiempo y exgobernador de Nueva Jersey, recibieron los anticuerpos antes de que los aprobara la FDA. Caplan, el especialista en ética médica, dijo que no tenía problema con que Trump, de 74 años, recibiera el tratamiento… después de todo, es el presidente, “una persona especial en sí misma”.
No obstante, el acceso de Christie pareció fuera de lo común. A Christie, de 58 años, le ofrecieron participar en un ensayo clínico de Regeneron, pero, según una persona informada sobre su tratamiento, lo rechazó por el temor de recibir un placebo. En cambio, recibió el tratamiento de Eli Lilly. Tiene sobrepeso y asma, por lo que habría sido un buen candidato, señaló Caplan, aunque se preguntaba si otros pacientes en una situación parecida habrían recibido el medicamento.
Carson, de 69 años, recibió el cóctel de Regeneron después de ser aprobado, luego, el mes pasado dijo en Facebook que estaba “gravemente enfermo” de COVID hasta que el presidente intercedió.
“El presidente Trump estuvo al pendiente de mi enfermedad y me dio acceso al tratamiento de anticuerpos monoclonales que a él le habían dado, lo cual estoy seguro de que me salvó la vida”, escribió, y añadió que “debemos dar prioridad a que todos reciban tratamientos y cuidados similares tan pronto como sea posible”.
Se sabe menos del tratamiento de Giuliani. Cuando llamó desde su cama de hospital a ABC Radio, dijo que había recibido dos medicamentos en específico: remdesivir, mismo que fue aprobado por la FDA para el tratamiento contra el COVID-19, y el esteroide dexametasona.
Pero también dijo que le habían dado el mismo “cóctel” de tratamiento que al presidente: “Exactamente el mismo, su médico me envió aquí; él me convenció”, dijo Giuliani refiriéndose al médico de Trump, y añadió: “En cuanto tomé el cóctel ayer, me sentí cien por ciento mejor. Funciona muy rápido, caray”.
El miércoles, el secretario de Salud, Alex Azar, les dijo a los reporteros que, hasta ahora, se han asignado 278.000 dosis de los dos tratamientos. Tan solo el martes, hubo casi esa misma cantidad de casos de coronavirus diagnosticados en Estados Unidos (220.225).
Cuando los organismos estatales y locales determinan qué hospitales o centros médicos deben obtener los medicamentos, estos son enviados por un distribuidor externo. Luego, los proveedores de salud deberán decidir qué hacer con ellos. El martes, Peter Slavin, presidente del Hospital General de Massachusetts, dijo en una entrevista que ahí el acceso a ellos sería por sorteo.
“No será posible que ofrezcamos un tratamiento con ese medicamento a un porcentaje significativo de personas que reúnan los requisitos para recibirlo”, señaló.
Los mensajes preventivos sobre el covid están fallando, llegó el momento de atemorizar
Elisabeth Rosenthal
NUESTROS MENSAJES AL PÚBLICO SOBRE EL VIRUS DEBERÍAN EXPLICAR —EXPLÍCITAMENTE— EL COSTO VERDADERO DE CONTRAER EL VIRUS.
Todavía recuerdo exactamente dónde estaba sentada hace décadas, cuando le pasaron el cortometraje a mi clase: durante unos pocos y dolorosos minutos, vimos a una mujer que hablaba a través de un hoyo en su garganta, con un tono rasposo y monótono, y hacía pausas de vez en cuando para jalar aire.
El mensaje de servicio a la comunidad: esto puede suceder si fumas.
Tuve pesadillas sobre ese anuncio, el cual hoy en día seguramente vendría etiquetado con una advertencia o se consideraría no apropiado para niños. Sin embargo, tuvo una eficacia absoluta: nunca empecé a fumar ni tampoco creo que lo hayan hecho unos pocos, si es que hubo alguno, de mis aterrorizados compañeros de clase.
Entre 1967 y 1970, cuando el gobierno les exigió a las estaciones de radio y televisión que dieran 75 millones de dólares de tiempo de aire para anuncios en contra del consumo del tabaco —muchos de los cuales eran terroríficamente explícitos—, las tasas de fumadores se desplomaron. Desde entonces, varias campañas “atemorizantes” en contra del cigarro han demostrado ser exitosas. En algunas, incluso hubo celebridades, como la ofrenda póstuma de Yul Brynner con una advertencia tras morir de cáncer de pulmón: “Ahora que ya no estoy, no fumes, no importa qué hagas, simplemente no fumes”.
Mientras Estados Unidos enfrenta picos descontrolados de COVID-19 y la gente se rehúsa a acatar las precauciones recomendadas, a menudo incluso obligatorias, nuestros anuncios de salud pública de parte de gobiernos, agrupaciones médicas y empresas dedicadas a la atención médica se sienten sosos en comparación con la urgencia del momento. Son una mezcla virtuosa y profundamente aburrida de eslóganes ingeniosos, información científica y convocatorias a cumplir las obligaciones cívicas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) instan al uso de cubrebocas en videos donde aparecen científicos y doctores diciendo que quieren seguridad para los niños al enviarlos a la escuela o proteger la libertad.
Cuando los casos estaban aumentando en septiembre, el gobierno de Míchigan produjo videos en los que exhortaba: “Propaga esperanza, no COVID”, para exhortar a los habitantes del estado a usar cubrebocas “para tu comunidad y tu país”.
Ya basta de eso. Ser amables como Mister Rogers no está funcionando en muchas partes del país. Es momento de asustar e incomodar a las personas. Llegó la hora de un realismo drástico y enfocado en aterrorizar.
“El recurso del miedo puede ser muy eficaz”, opinó Jay Van Bavel, profesor adjunto de Psicología en la Universidad de Nueva York, quien fue coautor de un artículo publicado en Nature sobre las maneras en que las ciencias sociales podían respaldar los esfuerzos de respuesta frente a la COVID-19. (Van Bavel hizo notar que tal vez no sean tan necesarios en lugares como Nueva York, donde la gente experimentó las sirenas constantes y los hospitales improvisados).
No estoy hablando de sembrar el miedo, sino de mostrar qué puede suceder con el virus de una manera directa y gráfica.
De lo que pude averiguar, el estado de California estuvo cerca de mostrar la urgencia: un video de enfoque suave de una persona conectada a un respirador, con el sonido de la máquina de fondo, pero sin un rostro. En él se exhortaba a la gente a usar cubrebocas para proteger a sus amigos, mamás y abuelos.
Sin embargo, tal vez necesitamos un anuncio de servicio público en el que haya alguien realmente conectado a un respirador en el hospital. Se podría ver a esa persona “corcoveándose contra el respirador”: los cuerpos se rebelan de manera natural contra la máquina que mete oxígeno a presión en los pulmones, por eso los pacientes suelen estar sedados.
En otro mensaje, podría salir un paciente acostado en la cama de una unidad de cuidados intensivos, inmóvil, con tubos en la ingle y una mascarilla sobre la boca y nariz para recibir oxígeno al 100 por ciento… con los ojos abiertos a causa del miedo, mientras ve cómo suben y bajan las cifras de saturación en el monitor que tiene sobre la cama.
Tal vez algunos anuncios de servicio público deberían tener a uno de los llamados portadores prolongados de COVID-19, del cinco al diez por ciento de los pacientes tarda meses en recuperarse. Tal vez un atleta profesional como Ryquell Armstead, un corredor de 24 años de la NFL, quien ha entrado y salido del hospital con graves problemas pulmonares y se perdió la temporada.
Estos anuncios de servicio público tal vez suenen hostiles, pero podrían vencer nuestra negación natural. “Un hallazgo constante en las investigaciones es que, aunque la gente vea y entienda los riesgos, los subestima para ella”, comentó Van Bavel. Las gráficas, las estadísticas y las explicaciones razonables no sirven. No han servido.
Tan solo después de que Chris Christie, un asesor del presidente Donald Trump, experimentó la COVID, comenzó a predicar sobre el uso de cubrebocas: “No obstante, cuando pasas siete días en aislamiento en una sala de terapia intensiva, tienes tiempo para reflexionar mucho”, comentó Christie, quien sugirió que la gente debería seguir “los lineamientos de los CDC en público sin importar dónde estés y usar cubrebocas para protegerse y a los demás”.
Nos enteramos de muchas personas que se resisten a tomar precauciones. Dicen: “Conozco a alguien que se enfermó y no está tan mal” o “Es como la gripa”.
Claro, la mayoría de los fumadores de mucho tiempo tampoco terminan con cáncer de pulmón o atados a un tanque de oxígeno (de hecho, esa fue la justificación de fumadores como mi padre, cuyo hábito de fumar dos cajetillas al día contribuyó a su muerte por infarto a los 47 años).
Estos nuevos anuncios parecerán difíciles de ver. “Vivimos en la era de Pixar”, reflexionó Van Bavel, y los cuentos de hadas ya no tienen toda su sangre y violencia.
Sin embargo, los estudios han demostrado que los anuncios emotivos con historias personales sobre los efectos de fumar fueron los más eficaces para persuadir a la gente a que dejara el hábito. Además, dejar de fumar es mucho más difícil que el distanciamiento social y el uso de cubrebocas.
En cuanto una vacuna haya demostrado ser exitosa y suficiente gente esté vacunada, la pandemia podría quedar atrás. Mientras tanto, los creadores de los mensajes de salud pública deberían dejar de favorecer lo lindo, cálido y soso. Y —al menos en ocasiones— atemorizarte.
Violó la cuarentena tan solo 8 segundos y recibió una multa de 3550 dólares
Livia Albeck-Ripka
Un hombre salió de su casa tras una discusión con su esposa y caminó 450 kilómetros para calmarse, lo que fue una violación del toque de queda nacional de Italia.
Otro hombre estuvo fuera de su cuarto de cuarentena en Taiwán tan solo ocho segundos y atrajo la atención de las autoridades.
Otro más condujo 30 kilómetros para comprar un pollo al curri con mantequilla durante un confinamiento estricto y fue detenido por la policía australiana.
Todas esas acciones terminaron costándoles miles de dólares en multas.
Durante la pandemia global, con ciudades enteras clausuradas, los viajes fuertemente restringidos y el hartazgo del aislamiento, miles de personas han sido sorprendidas, multadas o encarceladas por violar las restricciones del coronavirus que han convertido en tabú actividades que solían ser normales.
Algunos han violado intencionalmente las reglas para hacer una declaración política. Otros han afirmado ser inmunes a la enfermedad y, por ende, a las consecuencias de romper esas restricciones. Otros simplemente cometieron la infracción porque al parecer no entendieron las reglas o actuaron en un momento de desesperación.
“Todo el mundo está operando en un mundo loco en el que nuestra forma normal y racional de tomar decisiones no tiene cabida”, dijo Robert Hoffmann, profesor de economía en la Universidad RMIT, en Melbourne, Australia. “Una pandemia es una tormenta perfecta”.
A continuación, algunos casos inusuales.
Ocho segundos + seis pasos = 3550 dólares
En la ciudad portuaria de Kaohsiung, al sur de Taiwán, las cámaras de seguridad captaron a un trabajador migrante de Filipinas saliendo brevemente al pasillo del hotel donde estaba cumpliendo una cuarentena en noviembre.
El hombre no identificado quiso dejar algo frente a la puerta de la habitación de un amigo, quien estaba en cuarentena en el mismo hotel, según una cita del departamento de salud publicada por la Agencia Central de Noticias, la agencia informativa oficial de Taiwán.
En un clip de video que circuló en línea puede verse al hombre, vestido con pantalones cortos y chanclas, dar seis pasos torpes para llegar a la habitación de su vecino y luego darse la vuelta.
La infracción le costó 3550 dólares.
Los economistas señalan que su comportamiento muestra una especie de “sesgo optimista”: los seres humanos tienden a subestimar sus probabilidades de meterse en problemas.
El mes pasado, nueve trabajadores extranjeros en Taiwán fueron pillados incumpliendo las reglas, informaron los medios locales citando datos del gobierno.
Taiwán ha recibido elogios por su exitosa respuesta al coronavirus, un esfuerzo liderado por Chen Chien-jen, un investigador de salud pública que hasta mayo fue el vicepresidente de la nación. No obstante, en las últimas semanas la isla ha tenido un incremento de casos, en gran parte importados de Indonesia, lo que llevó al país a prohibir de manera temporal la entrada de algunos trabajadores migrantes y a tomar medidas enérgicas respecto a los que están en cuarentena.
Si bien las medidas punitivas como las multas actúan como factores disuasivos, su efectividad tiene un límite, dicen los economistas. Agregaron que ganarse la cooperación de la gente es una defensa mucho mejor.
Lejos (muy lejos) de casa
Tras una acalorada discusión con su esposa, un hombre en Como, en el norte de Italia, salió de su casa para tomar aire fresco en noviembre. Las autoridades lo encontraron una semana después, luego de que el hombre caminó 450 kilómetros en dirección sur hasta la ciudad costera de Fano, lo que fue una violación del toque de queda nacional.
La multa fue de 400 euros (unos 485 dólares).
El hombre no identificado, de 48 años, caminó alrededor de 64 kilómetros diarios, de acuerdo con los informes de las noticias locales. La policía confirmó su historia tras ponerse en contacto con las autoridades de Como, donde la esposa del hombre ya había reportado su desaparición. El hombre les dijo a las autoridades que se sentía un poco cansado, pero que algunos extraños le habían dado comida y agua en el camino.
Italia, que captó la atención del mundo en marzo cuando fue azotada por el coronavirus, está luchando contra una segunda ola que está siendo casi igual de letal. El país también está afrontando una sensación de agotamiento y desesperación.
“La gente está tomando medidas desesperadas; están reaccionando de manera exagerada al estímulo”, afirmó Jelena Kecmanovic, profesora adjunta de psicología en la Universidad de Georgetown.
Refiriéndose al hombre de Como, Kecmanovic añadió que en condiciones normales alguien podría caminar por el vecindario para calmarse.
“Pero ahora las cosas se han estado acumulando, y por eso explotó”, dijo.
Una fiesta y una multa dignas de un príncipe
Cuando el príncipe Joaquín de Bélgica aterrizó en España a finales de mayo, se suponía que debía cumplir una cuarentena de 14 días y adherirse a las medidas del país.
No hizo ninguna de las dos cosas.
En vez de eso, el príncipe, de 28 años, sobrino del rey Felipe, voló de Madrid a Córdoba para encontrarse con su novia. Pocos días después, la pareja fue a una fiesta en una casa a la que asistieron más de dos docenas de personas, según los reportes de medios locales.
Al poco tiempo dio positivo por el coronavirus.
España, que tuvo uno de los bloqueos más estrictos de Europa, ha multado a más de un millón de personas por desobedecer las medidas. El país no hizo una excepción con el príncipe belga y le impuso una multa de 10.400 euros (cerca de 12.630 dólares) por violar las restricciones.
“Quisiera disculparme por no haber respetado todas las medidas de cuarentena durante mi viaje”, expresó el príncipe en un comunicado público. “En estos momentos difíciles, no fue mi intención ofender ni faltarle al respeto a nadie”.
‘Solo tuve un antojo’ de pollo al curri con mantequilla
En Melbourne, Australia —en medio de uno de los confinamientos más largos y estrictos en el mundo—, Noel Atkinson, un trabajador de construcción de 48 años, tuvo un antojo en julio.
Así que condujo unos 30 kilómetros desde su casa hasta un restaurante indio en el centro de la ciudad para comprar un pollo al curri con mantequilla. Sin embargo, no consiguió el pollo. En cambio, recibió una multa policial de 1230 dólares, cuando fue capturado infringiendo las órdenes de quedarse en casa.
“Solo tuve un antojo”, dijo Atkinson en una entrevista. “Mi mamá nació en Ambala”, añadió, refiriéndose a la ciudad en el norte de la India. “Me recuerda a mi hogar”.
Como trabajador esencial, Atkinson había estado exento de la mayoría de las restricciones por el coronavirus durante el día en el estado de Victoria. Explicó que, dado que viaja más del doble de esa distancia para llegar a su trabajo, no consideró que ese paseo en auto fuese largo ni se dio cuenta de que infringiría las leyes.
“Tengo que arriesgar mi vida para ir a trabajar, pero no puedo arriesgar mi propia vida para comprar comida para llevar”, dijo. “Eso es un poco injusto”.
Antes de que se le identificara públicamente, los australianos intentaron descifrar su identidad. Un restaurante se ofreció a rembolsarle la multa con platos de curri.
Amit Tuteja, propietario de Desi Dhaba, el restaurante donde Atkinson había planeado pedir su pollo al curri, aunque aclaró que no aprobaba las acciones de Atkinson, comentó: “Cometió un error, pero en verdad estoy seguro de que simplemente no lo sabía”.
“Él no es del tipo de personas que son aprovechadas; trabaja duro”, agregó. “Por eso le dije: ‘Amigo, durante el próximo año, puedes comer todo el pollo al curri con mantequilla que quieras’”.
Trabajadores del sector público recibirán bono excepcional en diciembre
Este pago es un depósito excepcional que será entregado por única vez y con diferentes categorías. El objetivo es impulsar la reactivación económica entre el personal del sector público.
Los trabajadores del sector público recibirán un bono de hasta S/ 3,000, y será pagado en el mes de diciembre, según lo establecido en la Ley de Presupuesto del Sector Público para el año fiscal 2021.
Este pago es un depósito excepcional que será entregado por única vez y con diferentes categorías. El objetivo es impulsar la reactivación económica entre el personal del sector público.
En el sector salud, el personal del Ministerio de Salud (Minsa), INS, INEN y las unidades ejecutoras de salud de los gobiernos regionales recibirán:
S/ 3,000 para el personal médico, tanto CAS (Decreto Legislativo N° 1057) como nombrado del Decreto Legislativo N° 1153.
S/ 2,500 para el profesional de salud no médico, CAS y nombrado del DL 1153.
S/ 1,500 para el personal técnico asistencial, auxiliar asistencial y personal administrativo nombrado (Decreto Legislativo N° 276), CAS y nombrado del DL 1153.
Este bono también aplica para los profesionales de salud que estén realizando el Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (SERUMS) y desarrollando la segunda especialización en la modalidad de residentado.
Sin embargo, el personal temporal, contratado bajo el Decreto Legislativo 1057, que ingresaron exceptuados del artículo 8 de la citada norma, no se encuentran comprendidos en este beneficio.
En el caso de los trabajadores públicos del gobierno nacional, gobiernos regionales y locales, bajo los alcances de los DL 1076, 728, 1057, 1024, la Ley 30057, y las normas que regulan las carreras especiales; recibirán el siguiente pago:
S/ 500 para quienes ganen menos de S/ 1,500 mensuales.
S/ 300 para quienes ganen más de S/ 1,500 mensuales.