Durante varios meses fue el epicentro del coronavirus, pero ya hace tiempo que Wuhan, la ciudad china en la que se originó la pandemia, vive una nueva realidad. Tras un largo y férreo confinamiento de más de 70 días hoy la urbe ha recuperado completamente la normalidad. Y sus discotecas son buena prueba de ello.Mientras que el mundo entero afronta la segunda ola del virus, Wuhan ya cumple varios meses sin contagios, ya que no tiene casos de transmisión local desde el pasado mes de mayo. En junio, la zona fue declarada libre de coronavirus tras la realización de casi 10 millones de test.Desde entonces, las limitaciones han ido levantándose y actualmente restaurantes, cines y teatros han reabierto sus puertas con normalidad. También las discotecas, donde la mayor parte de sus visitantes no usan mascarilla ni guardan la distancia social, después de que el riesgo de transmisión de la pandemia haya desaparecido.China mantiene todavía unos duros controles para evitar rebrotes. Ha impuesto un sistema de rastreo que obliga a cada persona a mostrar un código sanitario antes de poder entrar en cualquier establecimiento. Una gestión que ha logrado que el virus esté bajo control.Más historias que te pueden interesar:El resumen de las últimas noticias sobre el coronavirusFOTOS | Verano de aglomeraciones donde todo empezó: WuhanFOTOS | Wuhan recupera poco a poco la normalidad días después del fin del confinamiento
Las discotecas de Wuhan, como si el coronavirus nunca hubiese existido
Tras ser el epicentro del coronavirus, la vida en Wuhan ha vuelto a la normalidad y las discotecas están llenas de gente. (Photo by Getty Images)
Las discotecas de Wuhan, como si el coronavirus nunca hubiese existido
La región no tiene casos desde el mes de mayo, por lo que sus ciudadanos pueden vivir como si la pandemia nunca hubiera existido. (Photo by Getty Images)
El show enlatado y fingido de Miss Venezuela en pandemia
Agencia EFE
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Caracas, 21 sep (EFE).- Confinados desde marzo y con la pandemia por COVID-19 desatada en todo el país, los venezolanos recibirán el jueves la transmisión del certamen de belleza Miss Venezuela, grabado previamente y con una espontaneidad simulada, pues todas las 'misses' tuvieron que fingir ser la ganadora sin saber quién se quedará con la corona.
"No vamos a tener el calor de un 'vivo' (transmisión en directo), no vamos a tener el calor de un público presente y está grabado en su totalidad", dijo a Efe Ricardo Di Salvatore, productor ejecutivo del certamen y director de producción de Venevisión.
La logística, dice, fue un "desafío" en la medida en que no se podía trabajar con más de 20 personas a la vez, siendo un concurso que llegó a poner más de 100 artistas en escena, para respetar "todas las normas de bioseguridad que están establecidas a nivel mundial".
Entonces "tenías que grabar todo individual", agrega, y para lograrlo, las 22 competidoras grabaron por separado. Cada una fue filmada dentro de "una caja de cinco metros de ancho por cuatro metros de largo", o así lo resume a Efe el director general del certamen, Erick Simonato, quien garantizó que "nunca estuvieron una al lado de la otra".
22 "GANADORAS", 1 SOLA CORONADA
El pasado viernes, se realizó la última actividad del Miss Venezuela, la entrevista de las 22 participantes con el jurado. Ese día, la producción calculó las votaciones y supo quiénes resultaron ganadoras. Ellas no lo sabrán hasta el jueves en la noche, cuando verán la transmisión del certamen desde sus hogares.
Para conservar el secreto, explica Di Salvatore, se "están tomando medidas para que esa información confidencial la maneje equis cantidad de personas". Una tarea doblemente difícil si se tiene en cuenta el fanatismo que despierta el certamen dentro y fuera de Venezuela, que siempre alienta filtraciones.
Entonces, al final del programa del jueves, se anunciará la ganadora, pero la reacción que verá el espectador será fingida, pues todas las candidatas tuvieron que simular emociones ante la cámara por supuestamente haber resultado ganadoras.
Esto "se ensayó muy por encima", aclara Di Salvatore pues, argumenta, "no se quiso jugar con la parte sentimental de cada una de las muchachas" y por eso ninguna fue grabada con la corona.
La coronación será grabada el viernes en la mañana y transmitida esa noche en otro programa de una hora de duración.
LA PANDEMIA MATÓ LA SORPRESA
Por primera vez en 67 años, el show fue grabado en su totalidad. No hay "en vivo". Los desfiles, bailes, declaraciones y premiaciones ya ocurrieron y cuando finalmente todo esto sea presentado, a través del canal privado Venevisión, no se verán los desatinos típicos de estos concursos sino el resultado de una postproducción mesurada.
El afamado concurso, del que ha salido el mayor número de reinas internacionales de belleza, adaptó sus procedimientos para no dejar pasar el año sin levantar el telón y, para lograrlo, tuvo que sortear el distanciamiento obligatorio y toda la crisis que se vive en el país caribeño.
Pese a que la organización asegura haber cumplido todos los requisitos exigidos para evitar contagios, es llamativo que, mientras los tres concursos de belleza más importantes (Miss Universo, Miss Mundo y Miss Internacional) anunciaron que no celebrarán sus ediciones este año debido al coronavirus, Venezuela, país con escasos recursos para atender emergencias, siga adelante.
REINA EN PANDEMIA
La gerente general del Miss Venezuela, Nina Sicilia, considera que llevar a cabo este concurso en medio de una pandemia, que ha dejado unas 500 muertes en el país, no deja de ser oportuno porque las empresas están llamadas a seguir trabajando.
Las 'misses' de este año, dijo, han mostrado más resiliencia y compromiso que en años anteriores pues completaron a distancia todas sus clases de oratoria, pasarela, maquillaje, estilismo y desarrollo personal sin descuidar la preparación física, ineludible en estas competiciones.
Las 22 aspirantes, desde marzo confinadas en sus regiones de origen por decreto presidencial, sortearon desde el 1 de abril los dos mayores obstáculos que existen en Venezuela para una clase virtual: los frecuentes fallos eléctricos y la falta de conexión a internet.
Aun así, tres veces por semana todas recibieron lecciones con sus profesores y, celebra Sicilia, solo se contabilizaron dos deserciones: una candidata que fue retirada por haber participado en una fiesta en medio de la cuarentena y otra que optó por retirarse alegando motivos de estudio.
Por segundo año consecutivo, el certamen no anunciará las medidas físicas de las competidoras -al defender que las mujeres son más que unos cánones de busto, cadera y cintura- sin negar que la organización está "buscando una mujer bella físicamente a los ojos de la mayoría".
MÁS BARATO
Consultado sobre los costos que conllevan armar un espectáculo en estas condiciones, Simonato admite que ha sido "mucho más rentable y mucho más económico porque no se gasta lo que se debería de gastar para hacer un gran espectáculo".
Esto se debe, dijo, a que se eliminaron los gastos de escenografía, de alquiler de equipos como pantallas y luces, se diezmó el personal técnico y, por primera vez, no se contrataron cantantes para amenizar el espectáculo.
Al respecto, Di Salvatore defiende que el costo monetario "no se equipara con el costo del trabajo" realizado por los involucrados, quienes tuvieron que sortear la escasez de gasolina que vive el país para llegar a las grabaciones o soportar horas de espera en estudio mientras fallaba la electricidad.
Con todo, los organizadores insisten en que el resultado, que durará poco más de dos horas, valdrá la pena "sentarse a verlo" porque aunque "hacer un Miss Venezuela no es fácil", aclara Simonato, se trata de algo que forma parte de la "idiosincrasia" nacional.
La pandemia y sus terribles estragos aún son impredecibles: "Tal vez volvamos a sorprendernos"
Simon Romero
NUEVA YORK.- La pérdida de vidas que está dejando el coronavirus es atroz: casi 200.000 muertos en Estados Unidos y casi el quíntuple de esa cifra, cerca de un millón de personas alrededor del mundo.
"Nadie sabe lo que va a pasar", dice Catherine Troisi, epidemióloga del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas. "Este es un virus que no para de sorprendernos de muchas maneras, y tal vez lo vuelva a hacer".
En Estados Unidos, el número de nuevos casos viene bajando semana a semana desde fines de julio, después de los feroces brotes en el Nordeste primero y en el Sur y el Oeste norteamericanos después.
Pero en los últimos días, el contador nacional de nuevos casos dio un respingo, fogoneando el temor de un rebrote del virus a medida que abran las escuelas y universidades y el avance del invierno empuje a la gente a agolparse en espacios interiores, antes de un invierno que según los epidemiólogos podría ser devastador.
El número de muertos por Covid-19 en Estados Unidos hasta el día de hoy más que duplica la totalidad de los soldados norteamericanos muertos en batalla en las guerras de Vietnam y Corea sumadas, y todos los días siguen muriendo unos 800 estadounidenses a causa del virus.
Más focos
Se registran rebrotes al menos 73 países alrededor del mundo, y la sensación de alarma crece a la par.
En la India, se están detectando más de 90.000 nuevos casos diarios, que se suman al millón de contagios registrados en lo que va del mes: la cifra actual de infectados en la India supera los cinco millones.
Tras las cuarentenas que ayudaron a mitigar la crisis durante la primavera boreal, Europa ha vuelto a ser un hervidero de coronavirus, mientras la gente vuelve a su vida.
"Es muy preocupante el modo en que está evolucionando la situación", dijo la semana pasada Hans Kluge, director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Las cifras semanales de casos nuevos son incluso más altas que las de marzo, durante el pico de la pandemia en Europa".
En América Latina, la cantidad de fallecidos supera los 310.000, y dos terceras partes del total lo aportan tan solo dos países: Brasil, con 132.000 muertes registradas, y México, con 72.000 fallecidos. La directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, advirtió que la amenaza sigue presente.
"Latinoamérica ya empezó a retomar casi una vida pública y social normal, en momentos en que el Covid-19 todavía exige grandes medidas de contención y de control", dijo Etienne la semana pasada. "Que quede claro que reabrir demasiado pronto las actividades le abre también la puerta a la propagación del virus, pone en mayor riesgo a la población: basta mirar lo que pasó en Europa".
Aunque la capacidad de los sistemas de salud varía mucho de un país a otro, la detección temprana del contagio, los esfuerzos para mantener el virus lejos de los hogares geriátricos y de los grupos vulnerables, y una mejor comprensión de la enfermedad y su tratamiento han contribuido a que sean menos los pacientes que necesitan ser conectados a un respirador, y han mejorado las perspectivas de sobrevida de quienes enferman gravemente de Covid-19.
En Estados Unidos, el número de muertes diarias por el virus es actualmente menor que a principios de agosto, cuando ocurrían más de 1200 fallecimientos por día. Sin embargo, aunque algunos de los estados más poblados del país registran grandes mejoras y los estados del nordeste han logrado mantener controlado el número de nuevos casos, la curva de fallecidos sigue con tendencia ascendente en 12 estados y dos territorios norteamericanos.
El doctor Tom Inglesby, director del Centro de Seguridad Sanitaria de la Facultad de Salud Pública Bloomberg, de la Universidad Johns Hopkins, dice que si la población norteamericana baja la guardia, es perfectamente imaginable que el número de muertos en Estados Unidos llegue a 300.000.
"Hay muchos países a los que económicamente podríamos considerar nuestros pares, o incluso otros que están mucho menos desarrollados en términos de economía o sistemas de salud, que tienen una mortalidad mucho más baja que Estados Unidos", dice Inglesby.
El contraste con otros países industrializados ricos es muy crudo y pone en evidencia que hay regiones de Estados Unidos donde el virus sigue arrasando. La semana pasada, hubo un día en que Estados Unidos reportó 849 nuevas muertes. El mismo día, Italia, que hace cinco meses era epicentro de la pandemia, registró 13, mientras que Canadá y Alemania ese día reportaron siete muertes atribuidas al virus.
Reino Unido impone restricciones de seis meses para frenar la segunda ola del coronavirus
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Reino Unido impone restricciones de seis meses para frenar la segunda ola del coronavirus
El primer ministro de Reino Unido Boris Johnson asiste a la conmemoración del 80º aniversario de la Batalla de Reino Unido en la Abadía de Westminster en Londres, Reino Unido, el 20 de septiembre de 2020
LONDRES, 22 sep (Reuters) - El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, pidió el martes a los británicos que trabajen desde casa en la medida de lo posible y ordenó el cierre más temprano de bares y restaurantes para intentar frenar la rápida propagación del coronavirus en el país, con restricciones que probablemente se extiendan durante seis meses.
Después de que los científicos del Gobierno británico advirtiesen que el número de muertes podría dispararse si no se toman medidas urgentes, Johnson indicó que, de momento, no ordenaría un confinamiento total como el del pasado marzo.
"Nos reservamos el derecho de desplegar más medidas y restricciones significativamente mayores", dijo el líder conservador ante el Parlamento tras reunirse de emergencia con sus ministros y otras autoridades británicas.
"Sólo podremos evitar (una segunda ola) si estas nuevas medidas funcionan y si cambiamos nuestro comportamiento".
Johnson dijo que Reino Unido había alcanzado umbrales de contagio peligrosos, similares a los de España y Francia.
"No escatimaremos esfuerzos en el desarrollo de vacunas, tratamientos y nuevas formas de examinar a gran escala a la población. (...) A menos que veamos avances evidentes, asumiremos que las restricciones que he anunciado se mantendrán quizás durante seis meses", declaró.
Apenas unas semanas después de haber instado a la gente a volver al trabajo, Johnson pidió que trabajen desde casa en la medida de lo posible. También ordenó a pubs, bares, restaurantes y otros establecimientos hosteleros de toda Inglaterra que, a partir del jueves, cierren a las 10 p.m.
"Lamento que esto impacte a tantos negocios que apenas empezaban a recuperarse", agregó.
Por su parte, el ministro de la Oficina del Gabinete, Michael Gove, dijo a Sky News TV que se trataba "de medidas difíciles pero absolutamente necesarias porque, como se nos recordó ayer, la tasa de infección está aumentando y el número de personas hospitalizadas también".
Gove agregó que aquellas personas que no puedan trabajar desde casa —por ejemplo los empleados de la industria manufacturera, la construcción y el comercio minorista— lo hagan en lugares de trabajo seguros.
Las escuelas y universidades también permanecerán abiertas, añadió.
Además, Johnson indicó que aumentará el número de espacios públicos en los que será obligatorio el uso de mascarillas. Las empresas que violen las normas serán multadas, añadió el primer ministro, que tiene previsto dar un discurso nacional a las 1900 GMT.
Está por ver si las medidas serán suficiente para hacer frente a la segunda ola de la pandemia en Reino Unido, que podría alcanzar los 50.000 nuevos casos diarios a mediados de octubre, según la opinión de algunos científicos.
El líder laborista de la oposición, Keir Starmer, arremetió contra el liderazgo de Johnson, especialmente por los problemas a la hora de realizar pruebas diagnósticas.
"En lugar de lograr un control, el Gobierno ha perdido el control ... Nuestro sistema de pruebas se colapso justo cuando más lo necesitábamos", dijo.
Reino Unido tiene el mayor número oficial de muertes por COVID-19 en Europa —y el quinto más alto del mundo— y está endeudándose hasta niveles récord con el fin de intentar de amortiguar el impacto en la economía.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, advirtió que el "muy desafortunado" aumento de casos de COVID-19 amenazaba el panorama económico.
(Información de Guy Faulconbridge, Elizabeth Piper, David Milliken, Andy Bruce, Estelle Shirbon, David Milliken, Sarah Young and Michael Holden; traducido por Jose Elías Rodríguez/Jorge Martínez)